COMENTARIO DE TEXTO DE ANTONIO MACHADO
RECUERDO INFANTIL
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano
Y todo un coro infantil
va cantando la lección;
mil veces ciento, cien mil,
mil veces mil, un millón.
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Antonio Machado, Soledades. Galerías. Otros poemas (1907)
RESUMEN
Antonio Machado recuerda con nostalgia la monotonía de las clases que recibía de niño en el colegio. Más concretamente describe el aula con un cartel que representa a Caín y Abel, el maestro viejo y enjuto, y el coro de niños que, en las tardes lluviosas de invierno, repetía cantando la lección de matemáticas.
TEMA
Los recuerdos infantiles de las clases por la tarde, en el colegio donde Antonio Machado estudió de niño.
ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
Por su estructura externa, este poema está formado por cinco estrofas de cuatro versos octosílabos de rima consonante (cuartetas: 8a, 8b, 8a, 8b); además la última estrofa es una repetición completa de la primera estrofa.
Por su estructura interna, este poema presenta una cierta organización “circular”, debido a la repetición de la primera y última estrofa. De todos modos, esta sería su estructura interna:
- Primera parte (1ª estrofa): Introducción: se señala el tiempo, el lugar y el ambiente del colegio infantil.
- Segunda Parte: Descripción de los elementos que componen el “cuadro” del colegio: el aula (2ª estrofa), el maestro (3ª estrofa) y los niños (4ª estrofa).
- Tercera Parte: Final o cierre del poema: Antonio Machado repite la estrofa inicial. Con ello cierra el círculo de la monotonía de la clase infantil.
COMENTARIO CRÍTICO
Este texto pertenece al poeta sevillano Antonio Machado, nacido en Sevilla en 1875 y que a los ocho años se trasladaría a Madrid, junto con su familia. Allí estudiaría en la Institución Libre de Enseñanza, donde recibiría una amplia y abierta formación que resultaría fundamental a lo largo de toda su vida. Durante un viaje a París, con veinticuatro años, entraría en contacto con importantes poetas simbolistas, lo que influiría grandemente en sus primeras composiciones. A su vuelta, da clases en un instituto de Soria, donde conoce a Leonor Izquierdo, de la que se enamora profundamente. A los tres años de casados ella muere y el poeta, muy afectado, abandona Soria y sus recuerdos y marcha a Baeza (Jaén). Más tarde marcha a Segovia y alterna esta ciudad con Madrid hasta el estallido de la Guerra Civil. Partidario de la República, Machado tuvo que abandonar España tras la victoria franquista y murió en un pueblecito francés (Collioure) tras atravesar la frontera junto con muchos exiliados españoles en 1939.
Machado durante su vida pertenece a dos movimientos, el primero fue el Modernismo que centraba su arte en el colorido y el buen aspecto de sus obras mientras que después pertenece a la llamada Generación del 98 que muestra su disgusto de forma muy directa ante la situación de España.
Este poema pertenece a una de las dos obras más importantes de Machado, como es, Soledades, galerías y otros poemas. Esta obra, y como consecuencia este poema, forman parte de la etapa modernista del autor, desarrollada en Soria. Machado en Soledades recoge la influencia modernista, pero en su modernismo intimista rechaza el colorido y destacan en él los aspectos más melancólicos y sentimentales.
Los temas centrales de la obra son el tiempo, la muerte, Dios… Con estos temas se engarzarán otros como la infancia perdida, los sueños, el amor (como un amor soñado, perdido o no realizado),… Los sentimientos que dominan serán la soledad, la melancolía, la angustia y la tristeza, es decir, sentimientos universales.
El poema Recuerdo infantil trata la nostalgia de la infancia perdida, la monotonía de una clase y la educación autoritaria de la época. Podemos encontrar a lo largo de toda la composición el empleo de símbolos. El paso del tiempo lo simbolizó con el reloj, el decaimiento con la tarde (momento del día con el que se identifica Machado), la fuente con la ilusión y el anhelo,… Además de los símbolos, recurre a los adjetivos cromáticos, típicos machadianos. La mayoría de los colores que utiliza Machado son mustios y tristes.
En este poema se exponen símbolos en relación a la poesía machadiana. Aparece la lluvia (la lluvia tras los cristales) que simboliza el tiempo que pasa, así como la tarde que simboliza el apagamiento y la melancolía y adjetivos cromáticos como son parda y carmín. Además, aparecen adjetivos típicos del modernismo como fría, sonoro, infantil, seco,… Los recursos estilísticos utilizados por el autor en el poema son: la hipérbole (truena el maestro), el paralelismo (mil veces ciento, cien mil; mil veces mil, un millón) y la repetición de la primera y la última estrofa.
Se observa un lenguaje sencillo, aludiendo a la religión con palabras como Caín y Abel. Asimismo, está presente el uso de vocabulario con valor connotativo, como es el caso de los adjetivos valorativos con valor negativo (timbre sonoro y hueco, anciano mal vestido). Hay que nombrar la presencia en este poema del campo semántico de la escuela: colegiales, clase, libro, maestro,…
En definitiva, estamos ante uno de los ejemplos más representativos de la poesía de Machado que quizás tenga como origen las clases que a los cinco años recibiera de D. Antonio Sánchez, maestro del colegio al que acude el poeta en Sevilla, y al que podría identificarse como el que aparece en la composición, y que pone sobre la mesa, además de lo dicho hasta ahora, la presencia fundamental que la educación y la enseñanza en todas sus formas representó en la vida y en la obra del autor. No es de extrañar, ya que para Machado “enseñar era la tarea más noble que se pueda ejercer” de todas aquellas a las que pueda dedicarse el hombre.
Con todo el respeto, por más relación que exista entre lo real histórico y la existencia del Yo lírico, no se puede hablar de Antonio Machado como el que expresar algo de sus recuerdos, sino un Yo lírico.
ResponderEliminarSi. Estoy de acuerdo. Está lindo el trabajo pero es conveniente mantener la distancia entre la voz que habla y el autor, salvo que estemos documentando el valor del Biografismo en la obra del autor.
Eliminarque coño estais hablando
EliminarSácate la polla de la boca y vocaliza
EliminarMe encuentro en total acuerdo con usted Sr. Conejito Malo
EliminarLike si nati te mando el comentario y lo googleaste
ResponderEliminarNatividad nos obliga a hacer listas y comentarios
ResponderEliminarEsto con Reme no pasaba camarada
EliminarMe agrada saber que está usted de acuerdo conmigo señor Eusebio
Eliminarmaldita nati
EliminarYo siempre picheo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNunca he cerrado el porno tan rápido.
ResponderEliminarSi vais a hacer un comentario , nunca uséis la primera persona
ResponderEliminarNi pongáis párrafos
Eliminarhaber vaz vuni veive, ez mehor el pvto 0zuna kvron
ResponderEliminarigual podrias hacerlo un poco más corto
ResponderEliminar,gcjtukcgxti
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