Hola, chicos, primera entrada del curso académico 2011-12. Un curso para el recuerdo. En vuestras manos está que sea ése el mejor de los posibles. De lo que estoy seguro es de que todos vais a dar el 120%. Mi único temor es comprobar día a día que, y no sólo en Lengua, hay algunos que se están confiando en exceso, lo cual puede acarrearles funestas consecuencias. Así que ánimo y a darlo todo, que ya queda menos para el verano...
Respecto a la lectura del lunes, tranquilos. Determinadas circunstancias impidieron la asistencia a 5º y 6º horas del jueves, por lo que como esa hora era absolutamente necesaria para el comentario de Machado, el mismo lunes decidimos cuándo lo hacemos, si martes, miércoles...
Otra cosa, tened hecho, por favor, el cuestionario, estudiad lo que hemos visto del Modernismo y la Generación del 98 y llevad el resto del material al día. ¿OK?
Por cierto, ahí os dejo una muestra, pequeña, pero suficiente, para que os hagáis una idea de la calidad de Manuel Machado, el hermano de Antonio. Y otra, más abajo, del poeta almeriense Francisco Villaespesa.
El jardín negro (Manuel Machado)
Es noche. La inmensa
palabra es silencio...
Hay entre los árboles
un grave misterio...
El sonido duerme,
el color se ha muerto.
La fuente está loca,
y mudo está el eco.
¿Te acuerdas?... En vano
quisimos saberlo...
¡Qué raro! ¡Qué oscuro!
¡Aún crispa mis nervios,
pasando ahora mismo
tan sólo el recuerdo,
como si rozado
me hubiera un momento
el ala peluda
de horrible murciélago!...
Ven, ¡mi amada! Inclina
tu frente en mi pecho;
cerremos los ojos;
no oigamos, callemos...
¡Como dos chiquillos
que tiemblan de miedo!
La luna aparece,
las nubes rompiendo...
La luna y la estatua
se dan un gran beso.
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ALMERÍA (Francisco Villaespesa)En el espejo de tu mar tranquila
la mole secular de la Alcazaba,
como en el fondo azul de una pupila,
su morisca silueta recortaba.
En el áureo fluir del mediodía,
reclinada en mi seno su cabeza,
hinchaba el pecho y la pupila
abría para aspirar tu cálida belleza.
Y había besos y cánticos y risas
en su boca, en mi boca y en tus brisas...
Pasó el ensueño de la juventud...
Y, enlutado y sin fe, surco tus olas
en negra barca, con mi pena a solas,
¡igual que un muerto sobre un ataúd!
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Un abrazo y echadle un vistazo al blog de vez en cuando, que iré colgando materiales.
Vuestro profesor, Jesús.
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